La casa

Los cimientos de adobe que soportaron el terremoto de Yungay en los años 70, cuando las pampas llenas de sembrío y vegetación se convirtieron en olas furiosas que partían los campos en miles de pedazos, y se llevaban consigo la vida de miles de pobladores, la casa se mantuvo firme en medio de la tragedia y no sucumbió ante el alud. Cien años después, las paredes y suelos fortalecidos en concreto siguen siendo el punto de partida de una familia de 13 hermanos, quienes salieron de provincia con el sueño de conquistar la capital y abandonar sus tierras para tener un futuro mejor. Quienes en el camino encontraron trabajo y amor, y formaron sus familias y extendieron el apellido, algunos otros, dejaron el país por el sueño americano, pero manteniendo firme la esperanza de volver al lugar que los vio nacer, los que con mucho ingenio y ganas de salir adelante formaron sus empresas en la capital, quienes dejaron el anonimato y siguieron sus pasiones. También están, los que recordamos con ternura y que viven en la memoria de la familia. La casa es la prueba física de la historia que se construye a través del tiempo, que soporta la furia de la naturaleza y los pesares de quienes vivieron dentro. El hogar es la historia que simboliza la vida de sus integrantes , el vínculo intangible que los une. Es también, el punto de partida para todas las historias que se edificaron en la construcción de este texto. Mientras la casa se siga construyendo, las historias originadas aquí, seguirán siendo vigentes, y muchas historias más (seguramente), encontraran la forma de adherirse a las paredes que la soportan.