Sobre todo

Y pese a las constantes dudas que se han formulado sobre mi, sobre todas las preguntas suspendidas en el aire, sobre mis pensamientos, mis palabras; las duras y las tiernas, mis acciones; las de la cabeza y las del corazón, pese a las múltiples versiones de mis declaraciones, podría afirmar con total sinceridad y que daré como única respuesta a todo, que nunca supe lo que realmente hacía y que no tengo justificación alguna.

En este punto, todos son plenamente conscientes que mis anteriores palabras no reparan lo que rompí o destruí muchas veces, pero prefiero ser sincera antes que engañarlos a través de un velo de cordialidad que me apesta y pesa.

Este texto está dirigido exclusivamente a los que entre mis líneas se pueden leer, que por allí alguna palabra escrita les resulte familiar, que se saben de memoria mis pensamientos, aquellos quienes me conocen físicamente más que otros, a quienes aún me recuerdan.

Si miro el pasado, comprendo un poco el proceso de algunas cosas. Si pienso en los errores, pienso en las disculpas y justificaciones, sin embargo, no poseo ninguno , solo quedan mis palabras y una distancia abismal para con mis protagonistas, y pues… solo eso.